LA LITERATURA
Ficción y realidad
La literatura construye mundos propios.Cada texto literario organiza un mundo con sus propias reglas que estará más o menos vinculado al nuestro. Estas reglas pueden ser incluso idénticas a las del entorno en que vivimos, pero en todos los casos se tratará de mundos ficcionales.
¿Qué es la ficción?
La ficción es un producto de la imaginación y creación estética de una persona o comunidad. Aunque la fición imite la realidad, los elementos que la componen (personajes, períodos históricos, lugares) son siempre imaginarios es decir que se narran hechos imaginarios es decir que se narran hechos imaginarios comi si fueran reales.
La palabra ficción proviene del latín fingere y significa fingir.
Ahora bien, no debemos confundir ficción con mentira porque la ficción es una imagen de la realidad que se construye; si imaginamos un espejo, la ficción sería la imagen que en el espejo se proyecta mientras que lo proyectado sería lo real. Esa imagen puede reflejar la realidad de modo más o menos fiel, según el cristal que usemos (pensemos en espejos que nos permiten vernos más gordos, más altos o más flacos). Así, algunas obras literarias reflejan de manera más verosímil la realidad (por ejemplo los relatos realistas) mientras que otros crean un universo con sus propias reglas (por ejemplo los relatos maravillosos)
Finalidad de la Literatura y Función del Lenguaje predominante.
Dijimos que la literatura hace un uso particular del lenguaje, altera el uso cotidiano del lenguaje creando nuevas formas de expresión. Por eso decimos que la función del lenguaje predominante es la estética o poética, porque se aprovechan todas las posibilidades de la lengua: sonoras, sintácticas, semánticas, gráficas y morfológicas a través de recursos expresivos como metáforas, comparaciones etc. Esto significa que el lenguaje pasa a ser el protagonista del texto a través de una cuidada selección y combinación de las palabras.
En la literatura es muy importante el mensaje en sí mismo, cómo se dice lo que se dice.
Rasgos que caracterizan al lenguaje literario:
Aunque
todos los hablantes de una comunidad lingüística utilizan la misma
lengua, existen en ella diferentes registros y formas. Una de ellas
es el lenguaje literario, que es diferente al
lenguaje común. Es normal que, tal como hablan los
personajes de una novela, o tal como se describe en ella un paisaje o
una situación, no sea la manera en que un amigo le cuenta a otro, en
la vida real, lo que ha visto en un viaje
- Plurisignificativo: el lenguaje literario da lugar a muchas
interpretaciones de un mismo texto, hace descubrir relaciones
insospechadas y puede sugerir tantos sentidos como lecturas se hagan.
Muchas veces se dice que es distinto leer un mismo libro en dos
épocas distintas de la vida, o que cada lector le da a cada libro un
sentido distinto sin apartarse totalmente de su sentido global. Es
una característica fundamental de la literatura.
- Autónomo:
crea su propia realidad, su universo de ficción diferente de aquel
en que están inmersos tanto el autor como el lector.
- Original
(identidad lingüística propia), dado que los significados de las
palabras suelen ser diferentes al que se les dan en su uso cotidiano.
Este lenguaje huye de expresiones gastadas y típicas. Busca crear
nuevas expresiones, nuevas acepciones de palabras, incorpora
cultismos y recupera giros populares. En resumen, aprovecha al máximo
el sentido figurado y usa los diferentes recursos de la retórica en
su máxima expresión (hipérboles, antítesis, ironías, metáforas,
etcétera).
- Connotativo: porque
las palabras se cargan de nuevos significados especiales que invitan
al lector a dar al texto un sentido que va más allá de su
significado habitual o denotativo. Sugiere cosas que a veces están
escondidas esperando a ser descubiertas por un lector
avispado.
- Predomina la
función estética del lenguaje ya que busca que el lector
experimente placer estético por eso la expresión se desvía
del uso común para producir en él extrañeza y admiración. De esta
manera se atrae la atención del lector sobre el propio código
lingüístico: seleccionando y combinando términos de alguna manera
especial a veces solo de manera fonética. Por ejemplo en el silencio
solo se escuchaba un susurro de abejas que sonaba
Ahora bien, muchos recursos del lenguaje literario se utilizan en la
lengua cotidiana, por ejemplo cuando decimos “tardaste una
eternidad” estamos exagerando y estamos en presencia de una
hipérbole. La particularidad de la literatura es que no tiene un fin
en sí mismo a diferencia de una receta, una noticia o un informe. La
literatura no se escribe para un fin práctico inmediato.
- Plurisignificativo: el lenguaje literario da lugar a muchas interpretaciones de un mismo texto, hace descubrir relaciones insospechadas y puede sugerir tantos sentidos como lecturas se hagan. Muchas veces se dice que es distinto leer un mismo libro en dos épocas distintas de la vida, o que cada lector le da a cada libro un sentido distinto sin apartarse totalmente de su sentido global. Es una característica fundamental de la literatura.
- Autónomo: crea su propia realidad, su universo de ficción diferente de aquel en que están inmersos tanto el autor como el lector.
- Original (identidad lingüística propia), dado que los significados de las palabras suelen ser diferentes al que se les dan en su uso cotidiano. Este lenguaje huye de expresiones gastadas y típicas. Busca crear nuevas expresiones, nuevas acepciones de palabras, incorpora cultismos y recupera giros populares. En resumen, aprovecha al máximo el sentido figurado y usa los diferentes recursos de la retórica en su máxima expresión (hipérboles, antítesis, ironías, metáforas, etcétera).
- Connotativo: porque las palabras se cargan de nuevos significados especiales que invitan al lector a dar al texto un sentido que va más allá de su significado habitual o denotativo. Sugiere cosas que a veces están escondidas esperando a ser descubiertas por un lector avispado.
- Predomina la función estética del lenguaje ya que busca que el lector experimente placer estético por eso la expresión se desvía del uso común para producir en él extrañeza y admiración. De esta manera se atrae la atención del lector sobre el propio código lingüístico: seleccionando y combinando términos de alguna manera especial a veces solo de manera fonética. Por ejemplo en el silencio solo se escuchaba un susurro de abejas que sonaba
El pacto ficcional
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